Día Mundial de la EPOC: conciencia, prevención y el papel vital de las droguerías en Colombia

Día Mundial de la EPOC: conciencia, prevención y el papel vital de las droguerías en Colombia

julio gonzalez

Cada año, el tercer miércoles de noviembre, el mundo conmemora el Día Mundial de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Esta fecha, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Iniciativa Global para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GOLD), busca sensibilizar a la población sobre una enfermedad que avanza en silencio, afecta la respiración y compromete la calidad de vida de millones de personas.


En Colombia, la EPOC representa un desafío de salud pública creciente. Miles de personas viven con esta condición, muchas de ellas sin saberlo, mientras que las droguerías y farmacias comunitarias se consolidan como actores clave en la educación, prevención, seguimiento y acompañamiento de los pacientes respiratorios.

 


 

 

¿Qué es la EPOC?

 


La EPOC es una enfermedad respiratoria crónica que dificulta el paso del aire a los pulmones, causada principalmente por la exposición prolongada al humo del tabaco, aunque también puede originarse por contaminantes ambientales, exposición a humo de leña o gases industriales.


La enfermedad incluye dos manifestaciones principales:

 

  • Enfisema pulmonar, que destruye los alvéolos, las pequeñas bolsas de aire donde se realiza el intercambio de oxígeno.

  • Bronquitis crónica, que provoca inflamación y exceso de moco en las vías respiratorias.

 


Ambas reducen progresivamente la capacidad pulmonar y, en consecuencia, la calidad de vida. La tos crónica, la dificultad para respirar y la sensación de ahogo se vuelven compañeras constantes, incluso en tareas cotidianas como caminar, subir escaleras o hablar.


Según la OMS, más de 390 millones de personas en el mundo viven con EPOC y cada año mueren cerca de 3 millonespor esta causa. En Colombia, las cifras oficiales del Ministerio de Salud estiman que alrededor del 9% de la población mayor de 40 años padece la enfermedad, aunque muchos casos no son diagnosticados oportunamente.

 


 

 

Una enfermedad silenciosa y subdiagnosticada

 


La EPOC avanza lentamente y, en sus primeras etapas, puede confundirse con una simple “tos del fumador” o con los efectos de la edad. Muchas personas se acostumbran a sentirse cansadas o a toser todos los días sin imaginar que detrás hay una enfermedad progresiva.


El diagnóstico se realiza mediante una espirometría, una prueba sencilla y no invasiva que mide la capacidad pulmonar. Sin embargo, el acceso limitado a esta prueba en varias regiones del país contribuye a que la mayoría de los pacientes sean diagnosticados en etapas avanzadas, cuando el daño pulmonar ya es irreversible.


Ahí radica la importancia de la educación en salud y del papel de los profesionales de las droguerías, quienes a menudo son el primer contacto del paciente con el sistema de atención.

 


 

 

Factores de riesgo en Colombia

 


Aunque el tabaquismo sigue siendo la principal causa de EPOC, en Colombia existe un factor adicional de gran peso: el uso de leña y carbón para cocinar en zonas rurales y semiurbanas. Este tipo de exposición afecta especialmente a mujeres mayores que han pasado años preparando alimentos en espacios mal ventilados.


Otros factores de riesgo incluyen la contaminación del aire urbano, la exposición ocupacional a polvo o químicos, las infecciones respiratorias frecuentes durante la infancia y la predisposición genética.


La combinación de estos elementos hace que la EPOC no sea una enfermedad exclusiva de fumadores, sino una amenaza silenciosa para amplios sectores de la población.

 


 

 

El tratamiento: controlar, no curar

 


La EPOC no tiene cura, pero sí puede controlarse para mejorar la calidad de vida y reducir las complicaciones. El tratamiento se basa en tres pilares:

 

  1. Abandono del cigarrillo: el paso más importante y efectivo. Dejar de fumar detiene el avance del daño pulmonar y mejora la respuesta a los medicamentos.

  2. Uso correcto de inhaladores y broncodilatadores: medicamentos que abren las vías respiratorias y facilitan la respiración.

  3. Rehabilitación pulmonar y ejercicio físico: programas que enseñan a respirar mejor, fortalecer músculos y recuperar autonomía.

 


El tratamiento farmacológico se acompaña de educación constante, vacunación contra la influenza y el neumococo, y seguimiento clínico. Cada paciente requiere un manejo individualizado, ajustado a su estado y capacidad respiratoria.

 


 

 

Vivir con EPOC: desafíos y adaptación

 


Vivir con EPOC significa aprender a convivir con la falta de aire, pero también con la necesidad de disciplina y autocuidado. Las tareas cotidianas se vuelven retos que exigen planificación: subir escaleras, bañarse o vestirse puede requerir pausas y respiración controlada.


El aspecto emocional también es determinante. La ansiedad, la depresión y el aislamiento social son frecuentes entre pacientes que sienten que “se están quedando sin aire”. Por eso, la atención integral debe incluir apoyo psicológico y redes de acompañamiento.


La buena noticia es que con diagnóstico temprano, tratamiento adecuado y adherencia a la medicación, las personas con EPOC pueden mantener una vida activa y significativa. Aquí es donde el papel de las droguerías en Colombia se vuelve esencial.

 


 

 

El papel de las droguerías en Colombia frente a la EPOC

 


En el contexto colombiano, las droguerías y farmacias comunitarias son mucho más que puntos de dispensación de medicamentos. Son centros de atención primaria, educación y acompañamiento para miles de pacientes, especialmente en zonas donde los servicios médicos especializados son limitados.


El farmacéutico o regente de farmacia cumple un rol clave en el manejo de la EPOC a través de varias acciones:

 

  1. Educación sobre el uso correcto de inhaladores: Muchos pacientes no usan adecuadamente sus dispositivos, lo que reduce la eficacia del tratamiento. El personal de droguería puede enseñar técnicas de inhalación y reforzar el cumplimiento del tratamiento.

  2. Identificación temprana de síntomas: A través de la observación y la conversación cotidiana, los regentes pueden detectar signos de alarma como tos persistente, dificultad para respirar o uso frecuente de broncodilatadores de rescate, orientando al paciente a una evaluación médica.

  3. Promoción de la prevención: Las droguerías pueden difundir mensajes sobre los riesgos del tabaquismo, la importancia de los espacios libres de humo, la vacunación y la detección temprana.

  4. Acompañamiento y adherencia: Recordar la toma de medicamentos, motivar el control periódico y registrar reacciones adversas son parte de la atención farmacéutica que mejora los resultados clínicos.

  5. Apoyo en zonas rurales: En comunidades apartadas donde el acceso al médico es limitado, la droguería se convierte en un punto de referencia sanitario, ofreciendo orientación y derivación oportuna.

 


El contacto diario con la comunidad convierte a las droguerías en un eslabón fundamental entre el sistema de salud y la población. Su cercanía, accesibilidad y confianza las posicionan como aliadas estratégicas en la lucha contra la EPOC y otras enfermedades crónicas.

 


 

 

La importancia de la prevención y la conciencia colectiva

 


El lema del Día Mundial de la EPOC cambia cada año, pero el mensaje central se mantiene: “Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar, respirar mejor y vivir más”.


Promover hábitos saludables es la mejor forma de prevenir. Evitar el tabaco, mejorar la ventilación en los hogares, reducir la exposición a contaminantes y realizar chequeos respiratorios regulares son medidas simples que salvan vidas.


Las droguerías pueden aprovechar esta fecha para organizar jornadas educativas, entregar material informativo y fomentar la conversación sobre salud respiratoria. Cada consejo, cada orientación y cada palabra cuentan.

 


 

 

Conclusión: un compromiso que respira futuro

 


El Día Mundial de la EPOC nos recuerda que respirar es un acto esencial que a menudo damos por sentado. En Colombia, donde el aire de las montañas, los campos y las ciudades es parte de la identidad, proteger los pulmones debe ser una prioridad nacional.


Las droguerías, con su presencia en todos los rincones del país, representan un brazo extendido de la salud pública, capaces de detectar, educar y acompañar. La lucha contra la EPOC no solo se libra en los hospitales, sino también en cada conversación en el mostrador, en cada instrucción bien dada y en cada paciente que recupera el aliento.


Cuidar los pulmones es cuidar la vida. Y cada respiración consciente es un recordatorio de que la prevención y el conocimiento son las mejores medicinas.

 

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